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lunes, 28 de enero de 2013

GRANDES PINTORES DEL SIGLO XIX


Con la entrada del nuevo siglo el arte sigue siguiendo esos pasos de academia, con un orden y un cromatismo constante que todavía a nadie se le ocurre romper.

Jacques Louis David:

Pintor francés y mejor representante de la pintura de finales del siglo XVIII. 
Fue un artista culto, estuvo viviendo en Roma, ganado el premio de Roma en 1.774.

Los cuadros más destacados de su carrera artística fuero: 


El juramento de los Horacios, 1785, Museo del Louvre.
El pintor a convertido un tema clásico, como es el tema de Tito Livio, en un tema cotidiano. Posee un escenario básicamente plano, con un fondo arquitectónico formado por tres arcos sobre robustas columnas en mármol. La escena se divide en dos por yuxtaposición y orden jerárquico, por un lado tenemos a Horacio entregando las armas a sus hijos para que reclamen venganza; mientras que las mujeres están sentadas en el segundo plano, siendo representadas como las víctimas.

Tras la revolución su obra se convirtió en medio de propaganda de los valores de este.
En estos momentos el canon clásico no sirve para expresar lo que está pasando, así que David pintará a los héroes de la revolución.


La muerte de Bara, Musée Royal des Beaux Arts.
Equipara el personaje público a Cristo, con una muerte sangrienta, en la ducha y escribiendo sus últimas palabras. A demás de aparecer una cita en el cuadro.


La muerte de Bara, Musée Clavet.

Con la llegada de Napoleón al trono David se convierte ne pintor de cámara y uno de sus pintores propagandísticos.


Napoleón es su estudio, National Gallery of Art, Washintong.
Muestra una imagen íntima del personaje. Retratado de pie en su despacho, rodeado de documentos.


Napoleón cruzando los Alpes.
Por la fuera y la vigorosidad del cuadro se asocia a una reinterpretación de la imagen de Napoleón con Aníbal, rezando una inscripción sobre la roca. El personaje aparece montado sobre un jamelgo blanco sobre sus patas traseras dispuesto a volar por el  viento que mueve las ropas militares y la capa de Napoleón.


La coronación de Napoleón, Museo del Louvre.
Este cuadro posee más intención historiconarrativo que propagandistico.

Con la caída de Napoleón el pintor se ve obligado a marchar a Bruselas.

Antoine-Jean Gros:

Discípulo de David, nunca ocultó su admiración por Rubens.
Pintor de Napoleón como leyenda y héroe.


Napoleón y los apestados de Jaffa, Museo del Louvre.



Napoleón en la batalla de Eylau.


Jean-Auguste-Dominique Ingres:

Autor de principio de siglo que consigue crear un estilo propio, adaptando a su canon los modelos clásicos.


Napoleón en el trono imperial, Hotel de los inválidos de París.
Representa a Napoleón como nuevo Zeus, ataviándolo con los símbolos de los emperadoras Carlomagno o Carlos V.


Mademosielle Rivière, Museo del Louvre.
Obra influenciada por la Bella Jardinère de Raphael.

En sus obras posteriores consagra un estilo más propio inspirado en la tradición pero jugando con ella como espectáculo.

Johann Heinrich Füssi o Henry Fuseli:

Suizo que elaboró un código plástico propio. Mostró un gusto por la estética de lo sublime, el terror y el misterio se plasmarán en sus representaciones, destacando la serie de ilustraciones para le Infierno de Dante.
Seguirá la linea y la forma de Miguel Ángel.



Artista conmovido por la grandeza de las ruinas.



Juramento sobre el Rütli, Rathaus de Zurich. 


La pesadilla, The Detroit Institute of Art.
Esta obra se dio a conocer a través de unos grabados que fascinaron al público. Interpretada por los críticos como un sueño erótico, miedo a lo desconocido o al ocaso del reinado de la Razón. 


William Blake:

Coetanio de Fuseli, creó un mundo imaginario para regenerar una sociedad y luchar contra el dictado de la Razón. Rechazaba lo establecido, pues renunció a los cánones clásicos y creó una nueva síntesis plástica.
Su admiración por la Revolución Francesa y Americana le llevaron a ilistrar libros del capitan John Gabriel Stedman. En ellas aparece el impactante trato que se les daba a los negros, rompiendo el modelo exótico y pintoresco para ser un canto de libertar e igualdad entre los hombres.
Nabucodonosor, The Tate Gallery, Londres.


Newton, Tate Gllery, Londres.
En ambas obras se usan colores planos con formas tenebristas, ambiguas e inciertas.


Otto Runge:

Pintor que pretendión convertir el paisaje en objeto de su obra artística, recuperando el simbolismo de la naturaleza y en al reflexión de los colores.


Los niños de Hunselbeck.


La mañana, Kunsthalle de Hamburgo.
Puede ser una alegoría al nacimiento de Cristo, con la Virgen en el centro y el niño recién nacido en el suelo fértil  siendo las flores y plantas reflejo de la divinidad.

Tras estos autores resulta muy difícil definir la transición al ROMANTICISMO, ya que muchos pintores coetáneos difieren sobremanera los unos de los otros.




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