Tras el agotamiento del romanticismo surgirán nuevas corrientes, el Realismo, un estilo artístico que se verá rodeado de un romanticismo como ya hemos dicho agotado y un impresionismo que empieza a abrirse puertas. Se inició una preocupación por lo real, para ello se debía de estudiar previamente a través de la investigación científica.
Pero si comparamos este estilo con los estilos realistas de siglos anteriores, podemos decir que los realistas de este siglo sentían una cierta repulsa por los flamencos del XV y el barroco del XVII, este es un arte que no representa necesariamente la verdad, sino una transformación de ella.
Debemos de empezar a tener en cuenta los cambios sociales que se están viviendo, el auge la una burguesía poderosa y culta, que desee poder adquirir el nivel de la nobleza o de los ricos propietarios, así como una sociedad bastante consecuente con las miserias de la sociedad, con un proletariado numeroso que reivindica mejoras. Por eso para ellos el presente cobra un nuevo valor, dando un poco más de lado a la historia.
Gustave Goubet:
Defensor e iniciador de este estilo; comenzó su obra con cuadros de gran formato.
Su obra trataba de hacer una crítica a los modelos tradicionales, como podemos ver en:
Une après-dînèe à Ornans.
Aún asi su pintura en la actualidad puede parecer de realismo académico, en su tiempo fue imagen de escándalo. Para él al realismo no es otra cosa que una negación de lo ideal.
En 1.855 el propio pintor aceptó el termino realismo para determinar el estilo artístico que él realizaba, e incluso lo usó para una de las exposiciones que se realizaron en ese año, "Exposición del Realismo".
Con la revolución de 1.848 la exposición adquirida una orientación libre; con el frutado golpe de estado de 1.851 el arte adquirirá un posicionamiento negativo, pues es algo que el estado no puede controlar, así que la mayoría de pintores se vieron obligados a exiliarse a otras partes de Europa e incluso del mundo. En el caso de Coubet el pintor marchó a Suiza donde cambió su temática para incluir al proletariado y al trabajador en él.
Creó una nueva iconografía en la concepción de los retratos y nunca fue un pintor detallista.
En el cuadro aparece el estudio del propio pintor, que se sitúa en el centro sentado junto a un gran lienzo y a su espalda una mujer que posa para el pintor desnuda. Al rededor del pintor encontramos numerosos personajes que se dispersan por la sala de manera jerárquica, pues a al derecha aparecen los amigos del artistas y otros artistas del momento, mientras que a la izquierda aparecen los pobres, lso ricos, los explotados y los explotadores. Si bien podemos decir que es una escena luminosa por los tonos ocres. Destacamos la curiosidad de los personajes, pues si nos fijamos aparecen personajes muy curiosos, de diversas rázas y nacionalidades.
Hombre con pipa.
Honoré Daumier:
Realista que alcanzó lo esperpéntico y luchó por la libertad, siendo denominado de expresividad de lo real. No solo fue pintor, sino que a demás se dedicó a la escultura y fue ilustrador de la revista "La Silhouvette".
De su escultura hablaremos en otro punto.
El vagón de tercera.
En esta obra reduce subjetivamente el color, trasformando y deformando las figuras.
Constantin Guys:
Entra dentro de esa expresividad realista de Daumier, pero este es un pintor mucho más atemporal y desentendido.
Jean François Millet:
Pintor al que se la adjudica un realismo rural, pues se dedicará a hacerse eco de la vida rural del lugar donde vivió siempre. Es uno de los exponentes del Grupo de Barbizon, donde se instaló en 1.849, pasando a usar la temática del campesinado, pero se le puede clasificar por separado. Posee una pintura sosegada y estática, con temas sencillos tratados con mucha naturalidad. Los retratos que realizó solo fueron valorados años después.
El hombre del azadón.
El Grupo de Barbizon:
Este grupo de pintores rurales trabajan sobre una nueva renovación del paisaje.
Todos ellos se establecieron en Barbizón entre el 1.812 y el 1.867.
Théodore Rousseau:
Pintor del paisaje de la región.
Narciso Díaz de la Peña.
Charles François Daubin:
Representación sincera y serena de la naturaleza, pero poseía un eferente impresionista.
Jean-Baptiste Camille Corrot:
Es el pintor del paisaje y la luz, asimilando así un cierto naturalismo en su obra. Su posición acaudalada le permitió disfrutar de una mayor libertad a la hora de crear; viajó a Italia para formarse.
Atraído por los pintores franceses por la armonía entre el paisaje y la antigüedad.
Posee una concepción peculiar del paisaje, pues la luz en él cambia a lo largo de las horas, cambiando en sí la percepción del propio paisaje.
Representa la catedrar cual objeto arquitectónico, sin idealización ni belleza.
Este cuadro del santo posee una luz sutil y un paisaje sensible y atento, con valoreslumínicos y cromáticos.
La danza de las ninfas.
Muestra un paisaje sereno y tranquilo donde un grupo de revoltosas ninfas bailan. En el paisaje podemos captar el estado de ánimo del pintor.
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